A lo largo de su vida Amma ha abrazado y consolado a más de 40 millones de personas.
Cuando se le pregunta de dónde saca la energía para ayudar a tantas personas mientras dirige una enorme organización humanitaria, Amma responde:
«Donde hay amor verdadero todo se hace sin esfuerzo»
Sri Mata Amritanandamayi Devi es conocida en todo el mundo como Amma, o Madre, por su amor y compasión desinteresados hacia todos los seres. Ha dedicado su vida entera a aliviar el dolor de los pobres y los que sufren física y emocionalmente.
Amma inspira, eleva y transforma con su abrazo físico, su sabiduría espiritual y a través de Embracing the World, su ONG.
Primeros años
Amma nació en 1953 en Kerala, en el seno de una familia humilde de pescadores. De pequeña ya llamaba la atención por la cantidad de horas que pasaba en meditación profunda a orillas del mar. También componía canciones devocionales y a menudo la veían cantando a la divinidad con una emoción sincera. A pesar de su tierna edad, sus composiciones mostraban una extraordinaria profundidad y sabiduría.
Los padres de Amma no podían entenderla. Amma lo explica así: En la India se espera que las mujeres se queden en un segundo plano. Se dice que ni siquiera las paredes deben oírlas. Mi familia no podía entender mi forma de llegar a la gente; no conocían los principios espirituales básicos.
La madre de Amma se puso enferma cuando Amma tenía nueve años y la sacaron del colegio para que ayudara en las tareas del hogar y cuidara de sus siete hermanos. Mientras recogía las sobras de comida de sus vecinos para alimentar a las vacas de su familia, Amma vio la inmensa pobreza y sufrimiento de los demás.
Empezó a llevarles comida y ropa de su propia casa. Su familia, que no era en absoluto rica, la reñía y castigaba. Pero Amma no sólo siguió con su actividad, si no que también empezó a abrazar a la gente de forma espontánea, para consolarles de sus penas. Respondiendo a su afecto, todos comenzaron a llamarla Amma (Madre). A su vez y de manera natural, ella les llamaba hijos.
Rompiendo convencionalismos
A Amma le afectó mucho el profundo sufrimiento que presenció. Según el hinduismo, el sufrimiento del individuo se debe a su propio karma, el resultado de las acciones realizadas en el pasado. Amma conoce este concepto; pero se niega a aceptarlo como una justificación para la inacción. Lo explica así:
Si el karma (destino) de un hombre es sufrir, ¿no es nuestro dharma (obligación) ayudarle a aliviar su sufrimiento y su dolor?.
Con esta convicción simple pero profunda Amma avanzó con confianza en su vida de servicio y cuidado compasivo de todos los seres. Empezó a mostrar su amor y compasión hacia todos los seres mediante su abrazo o darshan.
En la comunidad de Amma no se permitía que una niña de catorce años tocara a otras personas, especialmente a los hombres. Sin embargo, a pesar de la oposición de sus padres, Amma siguió a su corazón, explicando más tarde: No veo si es un hombre o una mujer. No veo a nadie diferente a mi propio ser. Una corriente continua de amor fluye desde mí hacia toda la creación. Esa es mi naturaleza innata. La obligación del médico es tratar a los pacientes. Del mismo modo, mi obligación es consolar a los que sufren.
Amma dice que el amor que se expresa es compasión y que la compasión significa aceptar las necesidades y penas de los demás como propias. Hace más de veinte años los administradores de un orfanato le contaron a Amma que se habían quedado sin fondos. Le dijeron que, lamentablemente, pronto deberían dejar a los niños en la calle. Amma desvió el dinero que se había ahorrado para construir la primera sala de oración de su sede central en India para asumir el cuidado de los huérfanos. Así nació la ONG Embracing the World(Abrazando al Mundo).
Ashram y obra humanitaria
En la actualidad el lugar de nacimiento de Amma en Kerala, India, se ha convertido en su principal ashram y sede mundial de Embracing the World. Es el hogar de más de tres mil residentes y miles de personas de todo el mundo lo visitan cada día. Amma tiene más de 50 centros repartidos por el mundo, de manera que su mensaje está disponible en casi todos los idiomas. Consulta aquí los centros internacionales.
Aunque se la suele considerar una de las líderes espirituales más importantes de la India y uno de los referentes del hinduismo, Amma dice que su religión es el amor. Nunca le ha pedido a nadie que cambie de religión, sino que reflexione sobre los principios esenciales de su propia fe y trate de vivir según los mismos. Comenta a menudo: En el mundo actual hay muchos que están dispuestos a morir por su religión, pero nadie está dispuesto a vivir según los principios de su religión.
Durante los últimos quince años Amma ha sido invitada con regularidad a hablar en los foros internacionales. En 1993 el Parlamento de las Religiones del Mundo, coincidiendo con su centenario, la nombró presidenta de la fe hinduista. Ofreció un discurso en la Cumbre del Milenio por la Paz Mundial de las Naciones Unidas y en 2002 se le concedió el Premio Gandhi-King a la no violencia.
En 2006 Amma, junto al ganador del Premio Nobel de la Paz de 2005, Mohamed El Baradei, recibió el Premio Interconfesional James Parks Morton del Centro Interconfesional de Nueva York por su papel como destacada líder espiritual y humanitaria.
Cada año más y más personas se sienten atraídas por Amma. A lo largo del año viaja por la India, Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, y visita de manera regular Australia, Sri Lanka, Singapur, Malasia, África y América del Sur. Donde sea que Amma vaya, celebra programas públicos gratuitos que incluyen una charla, cantos devocionales y una meditación guiada. En sus charlas ofrece palabras de sabiduría y orientación para la realización personal y sobre los asuntos más preocupantes de nuestro tiempo. Concluye cada programa abrazando a todas las personas que han asistido al evento. Este acto excepcional es lo que se ha convertido tanto en un catalizador como en el símbolo de un movimiento que se hace más fuerte cada día.